La marihuana es una sustancia
psicoactiva, es decir, modificadora del funcionamiento del sistema nervioso
central, muy conocida y de amplio consumo en nuestro contexto. Según estudios
locales, es la sustancia ilegal más consumida, después del alcohol y el tabaco.
El consumo de esta droga se ha acompañado de numerosos mitos y creencias
irracionales en relación al uso medicinal y terapéutico, a su naturaleza, a sus
efectos y a sus consecuencias; los cuales justifican en algunos grupos e
individuos, su consumo.
Es frecuente señalar que la marihuana no tiene
perjuicios importantes para la salud debido a que es un producto natural, esto
es un mito ya que el hecho de ser natural no desconoce sus componentes dañinos; los cuales provocan alteraciones en
el funcionamiento normal del cerebro, además, es importante tener presente que
el tabaco y el opio también son naturales y su consumo conlleva altos riesgo
para la salud física y mental.
El consumo de marihuana genera consecuencias a
nivel físico, psicológico, social y familiar que perjudican tanto la calidad de
vida como la salud mental de quien la consume y en algunos casos, de quienes
rodean a esta persona. No es una sustancia inofensiva a pesar de que en algunos
sitios se reporten usos terapéuticos, pues cabe aclarar que este uso médico del
cannabis se realiza de manera controlada y no recreativamente, existen
medicamentos derivados del opio y esto no significa que sea indicado el consumo
de la heroína.
Algunos estudios sugieren que el
consumo frecuente de THC (Tetrahidrocannabinol, principal sustancia psicoactiva
encontrada en las plantas de
la especie Cannabis Sativa), a dosis altas conduce a la persona a
un estado de indiferencia y pasividad, denominado: síndrome amotivacional.
La persona consumidora de marihuana
experimenta una disfunción generalizada de las funciones cognitivas, sociales y
personales, se disminuye la motivación frente a la vida, falta de interés en las actividades laborales, académicas,
falta de iniciativa, fatiga, apatía, relajación en el estilo de vida, falta de
proyección profesional, académica e interpersonal y en algunos casos, disminuye
el cuidado por la presentación y apariencia
personal. Como consecuencia de este síndrome, gran número de fumadores
activos y crónicos de marihuana tienen bajo rendimiento académico y mal
desempeño laboral, lo que termina en deserción escolar o desempleo. Aquellos
quienes cumplen con sus actividades y responsabilidades; a pesar del consumo de
esta droga, pueden imaginar lo productivos que serían y las metas que
alcanzarían si sacan de sus vidas esta sustancia tan perjudicial para la salud
física y mental.
Realizado por:
Catalina Vélez Díaz
Psicóloga
Especialista en Fármacodependencia
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